sábado, 29 de octubre de 2011

Tintín en el cine - Por alusiones

¡Qué ilusión cuando hacen una película sobre uno! Y si la hace Spielberg, además de una ilusión es un honor. Por si todo eso fuera poco, el recurso de la animación me ha evitado varias semanas de trabajoso rodaje.

No soy especialmente aficionado a las películas de animación, pero hay que reconocer que han hecho un trabajo impecable. Hay escenas en las que, si no lo recuerdas, crees que estás viendo a personajes de carne y hueso. Otras veces, las grandes narices y los mofletes hinchados se encargan de devolvernos al mundo de la recreación informática. En cualquier caso eso no es un problema, sobre todo para un personaje que nació siendo un dibujo.

No me he sentido igual de cómodo con la historia. A su favor, diré que todos los personajes que aparecen en la película son creaciones originales de Herge, aunque algunos han ganado un papel mucho más importante para la ocasión y otros se quedan por explotar. También me han gustado las variadas referencias casuales a muchas de las aventuras: el jeep rojo de El país del oro negro, el Ruiseñor Milanés… No aportan nada al espectador neófito, pero tienen un toque nostálgico para el lector veterano.

El hecho de que mezcle los argumentos de varios libros no me pilló por sorpresa. Quedaba claro viendo el tráiler. Además, en el comienzo de la película, el enlace que hace entre una historia y otra es pasable. Sin embargo, puestos a mezclar, conforme se acerca el final se echa en falta otra aventura – El Tesoro de Rackham el Rojo – que claramente se han reservado para una segunda parte.

Así que le damos a la cinta un aprobado, ni raspado ni cercano al notable. Pero como le han hecho una campaña tremenda, es probable que las salas se llenen, Tintín vuelva a convertirse en un filón y se atrevan con nuevas aventuras. ¡Mejor suerte para la próxima vez!

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