domingo, 24 de febrero de 2013

Un año más

Rozando la treintena, todavía no he plantado un árbol, no he escrito un libro y, mucho menos, he tenido un hijo. Así que, seguramente, mi creación más destacable hasta la fecha es este blog, que este sábado cumplió tres años. El 23 de febrero, curioso aniversario: no lo pensé muy bien el día que decidí abrirlo.

El pobre está un poco abandonado. Nació en malos tiempos para mí, aunque no me quiero entretener en eso, porque ya lo he contado en años anteriores. Pero además, le ha tocado crecer en malos tiempos para casi todos. Y, por eso, a veces se me quitan las ganas de escribir y a veces simplemente no encuentro un tema original que tratar.

Llevamos tanto tiempo metidos en este pozo que cagarse en la clase política, en los banqueros y en los indeseables habituales, que es lo que me pide el cuerpo la mitad de los días, está demasiado visto. Además, me gustaría dedicarme a gente más importante y a cosas que se lo merezcan más. Todo un propósito para la cuarta temporada.

También es verdad que he perdido la regularidad. Se acabó la etapa de texto por semana. Pero es que mi vida es de todo menos regular, así que me temo que eso habrá que dejarlo para otro año.  

Antes de colgar esto, hago un poco de memoria y repaso el archivo de publicaciones. Ya van muchas, pero sin duda me quedo con las diez de Tailandia. Creo que marcaron un pico en mi creatividad. Tengo ganas de escribir más de esas. De repente, se me viene a la cabeza una canción de Mecano. Y me pregunto cuándo podré ir a Hawai y, sobre todo, cuándo podré ir a Bombay… Pasan los años y no cambio: siempre pensando en lo mismo.

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