martes, 13 de abril de 2010

Ego te absolvo



Igual que muchos católicos gays, los creyentes beatlemaníacos – no es mi caso – han compaginado con vergüenza su fe con la admiración de estilos de vida tan poco cristianos. Tras años de sufrimientos, pueden salir del armario después de que la Santa Sede, por boca de L'Osservatore Romano, haya readmitido en el rebaño a los cuatro de Liverpool.

Con una trayectoria de casi medio siglo vendiendo discos a millones, los dos miembros supervivientes se habrán quedado mucho más tranquilos con la noticia. En cuanto a los dos fallecidos, John Lennon no parecía creer en eso del cielo, así que no lo habrá podido celebrar con San Pedro, y George Harrison debe estar en algún lugar sentado entre Vishnu y Krishna.

Lo gracioso es que este movimiento vaticano no hace más que volver a dar vida a la causa del enfrentamiento entre ambas partes, que forma parte de la historia del grupo pero que seguramente muchos ya no recordaban y otros ni siquiera conocían. Teles y periódicos han vuelto a recordar aquello de que los Beatles son más grandes que Jesús.

Claro que hoy día la frase no parece tan grave, después de todo lo que se escucha en televisión. Pero en plenos años 60 aquello no hizo mucha gracia: hogueras para quemar discos – a falta de los propios melenudos – en la plaza pública, amenazas de muerte… El tal Lennon era un cachondo… hasta que conoció a Yoko y le dio por el rollo espiritual.

Menos mal que los católicos, otra cosa no, pero perdonar sí que saben. Así que después de cuatro décadas todo está olvidado. Queridos míos, ahora sí que podemos decir que habéis pasado la audición. Get Back!

You’ve been out too long. You’ve been playing on the roof again and that’s no good, ‘cause you know your mummy doesn’t like that. She gets angry. She’s gonna have you arrested.

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