viernes, 28 de enero de 2011

La misma canción, el mismo problema

Una casualidad – bastante extraña, por cierto – me ha llevado a descubrir en YouTube una versión del ochentero We are the world, grabado en conmemoración del 25 aniversario de la primera versión y esta vez dedicado a Haiti. Los arreglos y llas voces han cambiado, pero el mensaje sigue siendo el mismo. Para el vídeo, los niños del cuerno de África también han dejado su sitio a los haitianos, aunque su problema es bastante parecido: la miseria.

Distintos protagonistas, separados por un cuarto de siglo y varios miles de kilómetros que sin embargo tienen mucho en común. Lo más visible es el color de su piel. Y es que hemos avanzado en la lucha contra el racismo, pero los negros siguen llevándose la peor parte del pastel.

En un nivel más abstracto quedan problemas como las inclemencias naturales – las sequías para los africanos o los terremotos y las tormentas tropicales para los haitianos – que parecen siempre el inicio del problema, pero que en realidad no son más que un factor añadido a la situación de caos generalizado que viven estos países. Mientras las políticas de cooperación se limiten a mandar comida y hospitales de campaña para atender a los más desfavorecidos y no miren más arriba, tenemos We are the wolrd para rato.

Escuchando la canción también se me ocurre que hace demasiado tiempo que no oigo hablar del hambre en África. Quizá ya comen bien gracias a Bob Geldof. En cualquier caso, señores del telediario, también me gustaría enterarme si hay buenas noticias. Cuesta imaginarlo, viendo como está el patio en el mundo desarrollado.

Por cierto, os dejo el vídeo en cuestión por si alguien quiere verlo.

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